Allá a principios del 2007 se recibe una llamada telefónica en la Socioedad de Caza de Portas, interesándose por nuestras instalaciones de cría en semi-libertad con el fin de valorar las posibilidades reales que ofrecían para realizar en las mismas, la prueba de campo de la vacuna recombinante. Por estos lares eso de la “vacuna recombinante” sonaba bastante a lejano y un poco a “Chino”.